Cuando dice "Blogger", pronuncia la doble G como los porteños usamos la ll. O más fácil: "Bloyer". Cierra los ojos al decirlo.
Sólo se relaciona con otros "Bloyers". Llama "ignorante" a todo aquél que no tiene un blog.
Cambió su atuendo habitual al Jogginn. Explica a sus consternados conocidos que debe estar cómodo porque ahora trabaja "desde casa". Se compró anteojos, se deja las canas y se deja crecer el cabello al estilo "assange".
Considera que todo lo debe postear. Piensa que soñar con caerse, estar desnudo o ver la cara de su madre/padre en el cuerpo de su mujer/marido, es de absoluta novedad y no puede dejar de compartirse. Sus seguidores lo admirarán y postearán en sus blogs.
Comenta todo lo que lee y escribe, tener un blog, le da la misma autoridad que un licenciado en comunicación, sociología, economía y otros... Para no arruinar su inspiración, no atiende más el teléfono y pide que lo contacten posteando en su blog.
Regaló sus Monet a cambio de cuadros hechos por computadora. Cree que sólo ellos reflejan la verdadera belleza de la naturaleza.
Navega en la web por otros blogs, intentando copiar ideas, creyendo que eso también es ser un creativo.
Disfruta el insomnio y pide más y más café, aunque sólo sea en formato "lágrima".
Vió The Social Network 5 veces (en casa, al cine no se va más) y busca una pareja asiática.
Realiza copias de seguridad para no perder su material. Un DVD por post, por las dudas.
Cree que aquello que escribe, será leído por toda la comunidad web, incluso será galardonado como "Bloyer del Anio" en la revista Time.
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